Enclavado en el coraz贸n de “La Nueva Barquita”, en el municipio Santo Domingo Norte, el centro fue inaugurado el 18 de febrero de 2019, como un hospital de d铆a para residentes en ese sector y otros aleda帽os, por iniciativa del desaparecido Despacho de la Primera Dama, pero desde hace dos a帽os est谩 bajo la responsabilidad del Servicio Nacional de Salud (SNS).
Con las desvinculaciones de personal en RESIDE, el propio director Jos茅 L贸pez Pena ha tenido que asumir solo las consultas de psiquiatr铆a que antes ofrec铆an cuatro especialistas del 谩rea.
Los cinco sic贸logos que brindan servicios de consultas en el centro especializado en salud mental tambi茅n est谩n desbordados por la cantidad de residentes que solicitan atenci贸n. Actualmente, RESIDE tiene registradas alrededor de 2,100 personas que reciben servicios de consulta, terapias y medicamentos para tratar diversos trastornos psicoemocionales.
Un huerto que funcionaba como mecanismo de terapia ocupacional para los usuarios, hace un mes que no se utiliza y est谩 llen贸 de maleza, porque tres empleados que dirig铆an las labores all铆 tambi茅n fueron cancelados.
“Las terapias del huerto se han perdido y por eso est谩 en la condici贸n que se observa hoy en d铆a”, refiri贸 el psiquiatra L贸pez Pena, quien dijo que al final de cada cosecha se vend铆an los productos y lo recaudado se repart铆a entre los pacientes como est铆mulo por su trabajo.
El huerto result贸 ser una eficiente terapia a cielo abierto que permit铆a evaluar la parte motora y la colaboraci贸n entre los participantes con las tareas asignadas.
Las desvinculaciones tambi茅n han afectado los departamentos de limpieza, planificaci贸n y desarrollo, tecnolog铆a, recursos humanos y compras y contrataciones.
Un programa de hogares de paso con servicio 24 horas se ha quedado solo en proyecto, porque el personal para ejecutarlo no ha sido nombrado, aunque RESIDE dispone de siete apartamentos amueblados con capacidad cada uno para recibir a tres personas y otro para el personal administrativo.
El centro ya no ofrece alimentos a los usuarios, porque no cuentan con el minib煤s que se utilizaba para trasladar la comida desde Comedores Econ贸micos y tambi茅n para movilizar a algunos pacientes con dificultades psicomotoras.
RESIDE no recibe desde hace un a帽o los f谩rmacos que deber铆a suplirle el Sistema 脷nico de Gesti贸n de Medicamentos e Insumos (Sugemi), operado por el SNS, y pese a que los recursos son descontados de su presupuesto.
“Las compras de medicamentos se est谩n haciendo directamente a trav茅s de Promese (Programa de Medicamentos Esenciales), lo que implica un gasto extra y adem谩s no los recibimos en las cantidades requeridas”, precis贸 L贸pez Pena, quien advirti贸 que la falta de f谩rmacos ya ha provocado abandono de tratamientos y podr铆a generar crisis que terminar铆an con un incremento de los enajenados deambulantes.
El subdirector del RESIDE, Aneury Ortiz, considera que la falta de alimentos, de medicinas y dificultades para transportarse han desmotivado a muchos pacientes que han abandonado el programa.
“A veces tienen que decidir entre comprar el desayuno y el almuerzo o venir al programa. Este es un centro un poco retirado, y hay medicamentos tambi茅n que necesitan que la persona haya comido”, indic贸 Ortiz sobre la realidad que enfrentan usuarios mayormente de escasos recursos econ贸micos.
La demanda de servicios en RESIDE se ha incrementado luego de la pandemia del Covid-19.
L贸pez Pena cita como casos m谩s frecuentes tratados en consulta la depresi贸n, ansiedad, trastornos del sue帽o y bipolaridad.
“Ya la poblaci贸n est谩 creando conciencia de que los temas de salud mental se tratan, y eso evita que las personas terminen en una situaci贸n de calle o suicidio”, refiri贸 el director del centro, quien lamenta que estos temas solo se visualicen en conmemoraciones como los d铆as mundiales de la salud mental y de la prevenci贸n del suicidio.
El profesional de la conducta confes贸 que se siente sumamente apenado cuando d铆a a d铆a observa en los medios de comunicaci贸n situaciones que pueden evitarse, garantizando el acceso a los servicios de salud mental.
Exhort贸 a las autoridades a crear conciencia de que la salud mental es costosa, pero al final la inversi贸n en prevenci贸n tiene un impacto psicosocial en sectores tradicionalmente excluidos y desprotegidos.
La exclusi贸n incluso proviene de las propias autoridades sanitarias, ya que a la “Ruta de la Salud” realizada por el SNS en La Nueva Barquita el pasado viernes, RESIDE no fue invitado.
L贸pez Pena destac贸 que el director del SNS, Mario Lama, durante una visita al centro mostr贸 inter茅s por el programa y disposici贸n de apoyarlo para que “termine de nacer”.
“Pero eso se ha quedado en esas conversaciones y todav铆a no se ha ejecutado lo acordado”, a帽adi贸 el director de RESIDE.
La mayor铆a de los usuarios que atienden est谩n afiliados en el Seguro Nacional de Salud (Senasa), pero RESIDE carece del c贸digo de la ARS estatal, aunque si lo tiene de otras privadas.
Al preguntarle sobre su estado de 谩nimo en medio de las limitaciones para brindar un servicio de calidad, L贸pez Pena no esconde su impotencia: “Es como tratar de empujar una pared, queriendo que de alguna forma se sensibilicen con el tema de la salud mental”.
Consider贸 que la salud mental no debe tener un matiz pol铆tico porque, finalmente, quien logre que deje de ser la cenicienta del sector, se casar谩 con la gloria y ser谩 siempre recordado por un segmento de la poblaci贸n tan olvidado.
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