Experiencias de brotes de esas enfermedades, que han generado muertes y presiones en la atención médica, ha vivido el país tras el paso fenómenos atmosféricos, como ocurrió en el 2007 con las tormentas Noel y Olga, que provocaron más de 100 muertes y sobre los 1,000 casos de leptospirosis, mal que se transmite por el contacto con orina de animales contaminados, sobre todo ratas.
Las inundaciones y lluvias dejadas por los huracanes María e Irma, durante el 2017, también dejaron brotes e incrementos de casos y muertes por leptospirosis y dengue, así como de casos de enfermedades diarreicas y respiratorias que aumentaron la demanda hospitalaria, sobre todo en las provincias más impactadas.
Arrecia vigilancia
Ante el impacto del huracán Fiona, sobre todo en provincias La Altagracia, El Seibo, Hato Mayor y Samaná, pero con incidencia de lluvias en otras demarcaciones del país, el director Nacional de Epidemiología, Ronald Skewes, informó que se ha incrementado la vigilancia epidemiológica en la población general y en albergues.
Destacó que la vigilancia se lleva a cabo frente a eventos diarreicos, por el consumo de agua contaminada; los transmitidos por vectores como dengue y malaria que tienden a surgir luego del paso de las lluvias y por leptospirosis que pueden afectar como consecuencia de las inundaciones.
Dijo que equipos de las diferentes Direcciones Provinciales y de Áreas de Salud están en las calles a nivel nacional en labores de prevención y visitando albergues para evitar el surgimiento de brotes de enfermedades en esos lugares donde son llevadas personas que viven en lugares vulnerables.
Sugerencias
Entre las recomendaciones que hacen las autoridades sanitarias a la población, figuran el evitar nadar y caminar en aguas que puedan estar contaminadas, así como el contacto con agua, lodo y vegetación que puedan estar contaminados con orina, especialmente cuando la persona tiene erosiones o heridas.
También utilizar medios de protección adecuados, como botas plásticas y guantes cuando la exposición al agua o lodo sea necesaria; evitar la acumulación de basura, ropas y papeles viejos en la casa y alrededores y siempre eliminar la presencia de ratas en las viviendas y en las áreas comunes o recreativas.
Además, lavar los envases enlatados, jugos, refrescos y otros empaques antes de consumirlos; redoblar la higiene tanto laboral como en el hogar; proteger el agua de consumo y si no es potable, debe hervirse antes de tomarse y lavarse las manos después de ir al baño y antes de cada comida.
Otras de las recomendaciones que hace el Ministerio de Salud Pública en momentos de alertas epidemiológicas por fenómenos naturales, son cocinar los alimentos y lavar las frutas y vegetales antes de comerlos; tapar bien el agua almacenada y limpiar los entornos de los hogares para evitar el cúmulo de agua que luego del paso de las lluvias se conviertan en criaderos del mosquito transmisor del dengue.
Además exhortan a la población a acudir oportunamente al médico en caso de haber sufrido alguna lesión o herida o de presentar síntomas de enfermedades, así como evitar la automedicación.
La leptospirosis es una enfermedad producida por una bacteria que se transmite a las personas mediante el contacto de la piel, sobre todo si hay heridas o lesiones, con orina de animales contaminados, entre sus principales síntomas se encuentra la fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y musculares, vómitos, diarrea, dolor abdominal y color amarillo en la piel y ojos. Es altamente mortal si no es atendida a tiempo.
El dengue y la malaria son transmitidos por la picadura de mosquitos, y sus primeros síntomas son la fiebre y malestar general. Además de la fiebre que inicia de manera súbita, en el dengue la persona puede presentar náuseas, vómitos, sarpullido y dolores en los ojos, generalmente detrás de los ojos, muscular, en las articulaciones o en los huesos.
Entre los síntomas y signos de la malaria figuran la fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, diarrea, dolor abdominal y muscular.
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