Los humanos ponen en peligro su vida cuando suceden situaciones como esta, y están detrás de cada una de ellas. Presente es una palabra usada frecuentemente por las mujeres.
Ha habido numerosos bomberos que ayudan en el área desde el primer día que han sido capacitados para hacer los mismos trabajos que hacen los hombres en este trabajo.
Los miembros del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, según Jennifer Cubilete, están listos para usar cuerdas, realizar rescates y búsquedas, y hacer cualquier otra cosa relacionada con ayudar a las personas en situaciones de emergencia.
Es hora de que las autoridades dominicanas valoren el trabajo de las mujeres y de las diversas instituciones que sirven como primera respuesta en los casos que así lo desean, según Cubilete, quien habló en nombre de sus compañeros mientras trabajaban en la “zona cero” del desastre. ".
Mencionó a los integrantes del Centro de Operaciones y Emergencias (COE) y de la Defensa Civil entre las distintas organizaciones.
Mencionó que el grupo de mujeres está listo y que entrenan los fines de semana para superarse y poder ayudar cuando el pueblo dominicano en su conjunto lo necesite.
Según los bomberos, cada incidente sirve como una lección que hay que afrontar y servir con amor. “Experimentamos el mismo dolor que los familiares sobrevivientes. Cubilete dijo: “Prácticamente no podemos dormir.
Asegura que mantener la fuerza en esta circunstancia no ha sido sencillo, y se hace aún más difícil cuando la gente llega llorando en busca de soluciones que quizás no tienen.
Una persona siempre ingresa al cuerpo de bomberos con la intención de servir, según Marcos Rodríguez, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos de Nigua.
“Lo dan todo, arriesgan su vida y hacen un trabajo que ni siquiera consideran trabajo porque lo viven cuando lo hacen”.
La seguridad de los bomberos siempre fue el tema más crucial, según Rodríguez. Dijo que hicieron un esfuerzo para apagar todo el fuego de manera rápida y segura.
Adicionalmente, señaló que las evaluaciones se realizaron por debilidades estructurales en los inmuebles más impactados, que fueron la empresa textil Toledo y el consultorio veterinario al lado, La Esperanza.
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