En República Dominicana específicamente este incidente no ha sido un caso atípico, y los efectos de las lluvias torrenciales y fuertes vientos en Franklin han sido documentados en el informe del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), que ayer describió los daños que ha dejado, incluyendo la muerte de dos personas y la desaparición de otra.
Además, el ciclón tropical dañó 678 viviendas, de las cuales dos en Cambita Garabito y tres en Hatillo, ambas en la provincia de San Cristóbal, quedaron completamente destruidas por deslaves provocados por el derrumbe de muros. 3.390 personas fueron trasladadas a zonas seguras tras el paso del fenómeno atmosférico, y 89 más fueron trasladadas a albergues.
El director del COE, general Juan Manuel Méndez, confirmó que si bien es lamentable, las tres personas más afectadas se encontraban en situaciones de imprudencia y negligencia ciudadana y por lo tanto quedaron exentas de la acción inmediata de las organizaciones de socorro.
La Defensa Civil pudo identificar a los muertos. Se trata de un menor de quince años que, a diferencia del resto de miembros del grupo, se sumergió en un río durante un aguacero junto con otros cinco amigos y no pudo escapar.
El segundo es el sancristóbal Carlos Marino Martínez, quien el miércoles pasado intentaba cruzar una quebrada cuando ésta se inundó y fue arrastrado.
Por otro lado, Méndez aseguró que aún se encuentra desaparecido el cuerpo de un hombre de 54 años, quien asegura tenía problemas de salud mental y se había lanzado el martes al conocido barranco de Guajima, en Santo Domingo Oeste.
1.289.083 usuarios se encuentran afectados por los 92 acueductos afectados, de los cuales 91 están fuera de servicio y uno parcialmente fuera de servicio, según el Instituto Nacional de Agua Potable y Alcantarillado (INAPA).
La Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD) informó que la tormenta Franklin provocó que alrededor de siete sistemas de acueductos quedaran fuera de servicio en el Gran Santo Domingo.
Además, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informó que ayer aún se encontraban revisando los incidentes ocurridos; sin embargo, destacó que 700 metros antes del Cruce las Yayas, en Azua, apareció un socavón, aunque se mantuvo la movilidad con precaución.
A diferencia de lo que ocurrió cuando hubo fuertes lluvias el 4 de noviembre del año pasado, esta vez los habitantes de Las Ochocientas se mostraron cautelosos y dispuestos a "evitar" tener que llevarse el peor resultado posible.
Algunas personas tomaron la decisión de enviar a sus familias a buscar refugio con otros miembros de la familia, elevaron sus platos a niveles más altos para evitar que el agua los tocara y tomaron precauciones por su cuenta.
Jesús Valdez, quien reside al borde del barranco, Dijo: "Envié a mis tres hijos y a mi esposa a quedarse donde dormíamos mi hija mayor y yo aquí por si pasaba algo en la noche para salvarlo".
Según afirmaron los propios vecinos, más que lo que realmente ocurrió con el paso de Franklin fue su miedo y las precauciones que tomaron. A pesar de que el agua contaminada subió, no inundó los edificios ni los dañó gravemente.
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